Es matar y morir
Vivimos en un mundo raro, o por lo menos eso parece cuando, a menudo, vemos fascinantes e inexplicables esas miradas de cristal que yacen bajo la frente que besamos, y pensamos (víctimas de la rareza globalizada) que, si cristal son, cristal serán.
Pero la realidad, es que el mundo es más sapo que príncipe, y nos asecha un martes 13.
Poco sirve pintar de oro al carbón.
Igualmente, resulta más interesante (y cruel, pero interesante al fin) tentar a una quinceañera a deshojar margaritas, que sincerarse, eliminar toda magia y decirle la verdad:
- No te quiere -
Pero veamos el lado práctico, (como no vamos a andar cargando con culpas en días de tanto stress) tengamos en cuenta que ser verídicos sería perder el tiempo: ninguna muchacha aceptaría una realidad tan baja.
Suena horrible, pero es más que lógico: ¿Cómo explicamos con patrones entendibles que tanto veranos junto al mar como calores de invierno tienen vencimiento?
Sería inútil ¡Que las jovencitas aprendan a los golpes! ¡Que junten, como piezas de rompecabezas, los restos de su pecho derramados en la acera! ¡Que se sientan felices de ser tristes! Que tomen valor, vayan a su híper-mercado más cercano, y compren, sin titubear, una sarna con gusto del siglo XXI. ¡Que crezcan! Que esto, es ahora, matar y morir.
Y así es como habrá cada vez más risas que sonrisas, y menos felices que contentas.
Pobres. Nos vamos a ir al otro barrio, pobres de espíritu.
Pero la realidad, es que el mundo es más sapo que príncipe, y nos asecha un martes 13.
Poco sirve pintar de oro al carbón.
Igualmente, resulta más interesante (y cruel, pero interesante al fin) tentar a una quinceañera a deshojar margaritas, que sincerarse, eliminar toda magia y decirle la verdad:
- No te quiere -
Pero veamos el lado práctico, (como no vamos a andar cargando con culpas en días de tanto stress) tengamos en cuenta que ser verídicos sería perder el tiempo: ninguna muchacha aceptaría una realidad tan baja.
Suena horrible, pero es más que lógico: ¿Cómo explicamos con patrones entendibles que tanto veranos junto al mar como calores de invierno tienen vencimiento?
Sería inútil ¡Que las jovencitas aprendan a los golpes! ¡Que junten, como piezas de rompecabezas, los restos de su pecho derramados en la acera! ¡Que se sientan felices de ser tristes! Que tomen valor, vayan a su híper-mercado más cercano, y compren, sin titubear, una sarna con gusto del siglo XXI. ¡Que crezcan! Que esto, es ahora, matar y morir.
Y así es como habrá cada vez más risas que sonrisas, y menos felices que contentas.
Pobres. Nos vamos a ir al otro barrio, pobres de espíritu.
Marilyn tomó demasiadas pastillas ayer, la habian dejado sola, le habian mentido...(las mujeres vienen al mundo sin saber por qué..)
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