Cita 236

Fue en Abril. Un inolvidable Abril.
Ya casi terminaba mi jornada y la noche estaba tranquila (como siempre), no había nada por ganar ni mucho que perder (los pobres nunca perdemos mucho).
Era el penúltimo paciente, entró como desesperado al consultorio, me recordó a mi madre y a mi hermana, se acostó en el diván y lanzo una carcajada. Luego vinieron las lágrimas.
Él comenzó a hablar:

- No puedo, es imposible, no paro de pensar en ella ni un segundo, me he vuelto monotemático: mis amigos, mis ex novias, mi familia ¡Todos conocen la situación, como vista con lupa! Hasta más que yo. Incluso quienes me leen, ella se ha transformado en mi más grande musa inspiradora.

- Y bueno hombre, encare de una vez, no es difícil, ¿Sabe la cantidad de casos como el de usted que trato por semana?

- No creo que muchos: yo soy diferente

- ¡Por favor! Sea humilde y realista. Va a morir de hambre o aburrimiento si sigue tropezando con la misma piedra.

- No me importa, no le temo a la muerte, y si he de morir por mi obsesión estaré orgulloso.

- ¡No sea imbécil! El mal de amores es dramático y patético, pero tiene una cualidad única que lo hace imprescindible: nos hace sentir vivos. No puede decir que ha vivido una vida plena quien no sufrió por amor, es común pasar noches en vela sintiendo en carne viva la crucifixión. Sea eficaz, busque un final simple.

- El final jamás llega, todo concluye en ideas que más tarde son reflejadas en papel escrito, y lo peor… lo peor es que la gente aplaude al leer, nadie comprende las raíces de lo que tiene en sus manos.

- Por favor, no exagere, como amigo se lo digo, haga de cuenta que estamos tomando un trago, separe su talento de la obsesión por esa mujer. Usted tiene un muy buen pasar que cualquiera envidiaría, sepa focalizar.

- No me entiende, definitivamente no me entiende. He encontrado la esencia de mi inconstante paz mental: no importa que tan perfecta sea mi vida y cuan orgulloso esté de mí, ni qué tanto progrese día a día, siempre, sea como sea, si no tengo un problema me lo invento.

- Usted necesita abrirse. No pasé 7 años estudiando a Freud para oír los auto-diagnósticos de mis pacientes. Relájese.

- Imposible, de ninguna manera. Hace una vida que soy así. Pasé toda la tarde pensando en aquello que le comenté, que hace 48 horas no existía como problema sino como solución a un problema anterior que, si mal no recuerdo, también había sido inventado.
- Insisto, relájese, usted se encuentra abrumado por preocupaciones que aparecen cuando se aburre, es natural, pero lo agrava queriendo ver más allá.

- ¡Dios mío! Entonces resulta que la teoría de que si no tengo problemas me los invento, no es más que otro problema inventado.

- Es que se está enredando, se rodea adrede de conflictos. Cada una de sus acciones lo motiva a permanecer en un círculo vicioso ¿No lo nota?

- Tiene razón, debo cambiar de entorno. Me mudaré. Me mudaré lejos y me desharé de cada uno de mis problemas.

- Inútil, no importa el lugar donde vaya, siempre encontrará alguien que no lo ame, lo desprecie y despierte en usted esa frustración que lo corona como perdedor, y sin dudas se enamorará perdidamente de esa persona (siempre sucede así). Mejor modifique su visión, le resultará más productivo… y más económico.

- Licenciado, sus soluciones parecen pertenecer a ese grupo de cosas que los seres humanos planeamos pero jamás llevamos a cabo… usted me entiende ¡Ya no puedo seguir así!

- Pero cálmese de una vez ¡O decídase a explotar por completo!

- Jamás podré, mi ritmo no lo permite: soy una constante progresión de ideas, mi cabeza no se detiene nunca, pienso intrincadamente desde que me levanto hasta que me acuesto ¡Y cuando me acuesto en lugar de hallar paz, sueño cosas horribles! Por ejemplo, en este momento se me ocurre que esta charla es un excelente argumento para escribir mi próximo libro ¿Cómo puedo parar un minuto si soy así?

-No pare, al parecer encontró el camino al Best Seller.

-Quizás, nos vemos la próxima.

-¿Usted cree?

-Sí, sin dudas. Mi vida se nutre de “próximas”.

La charla se repitió más de una vez. Y yo nunca leí su libro, pero me dijeron que contaba con 150 hojas idénticas, con las mismas líneas: un diálogo entre dos personas que ocupaba una carilla y media.

Comentarios

  1. ai dios que lindo es este blog!:)creo es la gran muestra delo que escribis y me encanta
    como te quiero facaaaa!
    {voy a estar el 25 ahi como te dije;numen(:}
    faca!

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