Sexto

Llorarte es justo
si mañana es mejor.
Antes te lloraba todos los días,
te escribía a cada rato.
Es que acá
nada es gratis
y el amor no es la excepción.
A veces se paga así,
con lágrimas.

¿Quién les roba lo bailado
a los que saben andar?
No, la muerte no.
Ella hace su trabajo
y aunque se luzca
detiene, pero no borra.
Es mentira eso del liquid paper del tiempo.
Las vidas cambian,
frenan.
Pero no se borran.

Llorarte, hoy, es justo.
Antes te llorábamos todos los días.
Y es preferible estar triste
que estar vacío.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Superestructuras (humanas)

Un tipo, un bar

Memorias de un hombre impuntual